Medicina

Guías De Desarrollo De Sistemas De Trauma Y Cuidados Esenciales De Trauma Para América Latina

Prólogo

El trauma, entendido como una enfermedad que es producto de la accidentalidad y la violencia, genera una de las mayores cargas de enfermedad a la población económicamente más activa (entre los 12 y 60 años de edad), principalmente en regiones como Centroamérica y Suramérica, Europa Oriental y el sur de Asia.

Es claro que el trauma se ha definido como una enfermedad negada por la sociedad (sin reconocimiento social), ya que en general, a nivel mundial, aunque específicamente en estas mismas regiones del mundo (especialmente en Centroamérica y Suramérica), son pocas las políticas públicas encaminadas a enfrentar el problema de una manera integral.

Muchos de los planes nacionales de salud de los gobiernos latinoamericanos no incluyen la atención del trauma como una de sus prioridades, a pesar de que la carga de esta enfermedad y las cifras hablan por sí mismas.

Esta incongruencia, analizada dentro del contexto de la salud pública, ha motivado a diferentes actores y especialmente a los grupos de cuidadores especializados en el manejo de este tipo de pacientes a desarrollar y presentar propuestas que puedan ser incorporadas a los diferentes planes de acción de los gobiernos, con el ánimo de generar ese reconocimiento social del problema y apoyar a los ministerios de salud en la construcción de políticas públicas encaminadas a enfrentar el problema de una manera integral. No solo desde el punto de vista biológico de la enfermedad, sino también en su componente social. El trauma es una enfermedad de la convivencia de los ciudadanos en las sociedades.

Por esta misma razón, nunca dejará de existir. Al estar siempre ahí presente, debemos generar una conciencia pública de la importancia de desarrollar infraestructura de atención y educación especializada para pacientes y cuidadores con el ánimo de minimizar los impactos de este problema.

A medida que avanzan los conceptos de calidad en la atención en salud y los principios de mantener la seguridad del paciente como la más alta prioridad en esta atención, las sociedades científicas adquieren un compromiso fundamental: el de brindar alternativas de desarrollo en donde sus miembros aporten al mejoramiento de estos procesos, como un acto de responsabilidad social y moral para con los demás, entendiendo que nosotros mismos como personal de salud somos igualmente potenciales pacientes al ser parte de dicha convivencia ciudadana que es uno de los principales factores de riesgo para que la violencia y la accidentalidad estén presentes. Este documento, generado por la Sociedad Panamericana de Trauma (SPT), denominado Guías de desarrollo de sistemas de trauma y cuidados esenciales de trauma para América Latina hace parte de esas importantes iniciativas de actores críticos de la atención integral al trauma, que incluyen expertos de múltiples áreas asociadas con el cuidado y con la prevención de esta enfermedad, liderados por el Comité de Sistemas de Trauma establecido recientemente por la SPT.

Esta confluencia de expertos preocupados por generar dicho reconocimiento público del problema, especialmente en la región Latinoamericana y dando un ejemplo claro de la actual cultura globalizada (en donde participan científicos de la salud de países de diferentes niveles de ingresos y recursos), ha basado su esfuerzo en lineamientos discutidos previamente por la Organización Mundial de la Salud y que invitan a mejorar y a ampliar la capacidad de cuidado para estos pacientes.

Este documento sienta las bases para situaciones de análisis e investigación de la aplicación de estos procesos de mejoramiento, lo que permite consolidar registros de información y bases de datos que ulteriormente permitan a su vez identificar las posibles fallas y corregirlas, con un solo objetivo: mejorar la atención integral de las víctimas de trauma en Latinoamérica.

Enmarcando el trauma en este escenario biológico y social, todos nosotros, como miembros activos de nuestra sociedad (ciudadanos) y adicionalmente como personal de salud (interesado en el desarrollo de centros especializados de atención que brinden el mejor resultado a los pacientes), necesitamos entender que debemos trabajar de la mano con pacientes, educadores, políticos, economistas, abogados, entre otros, y todos los otros ciudadanos actores de las sociedades de nuestros países.

Todo este esfuerzo debe estar orientado a buscar un objetivo común: desarrollar sistemas integrales de atención en trauma, en donde se puedan prevenir las lesiones y la accidentalidad, y además en donde las víctimas que se produzcan por la inevitable razón de la convivencia de las diferencias y las situaciones conflictivas cotidianas puedan tener una adecuada atención prehospitalaria, una atención intrahospitalaria médica y quirúrgica de muy alta calidad y un proceso de rehabilitación física y cognitiva integral que reincorpore a las víctimas de esta violencia y esta accidentalidad de nuevo a una sociedad, pero que a su vez, ese paciente recuperado logre ser un multiplicador de información sobre la importancia de generar una cultura ciudadana que minimice los riesgos de situaciones que produzcan más víctimas de trauma. Felicitaciones a los autores y a la SPT por este importante documento, que es una pieza fundamental para iniciar el cambio en nuestra región latinoamericana y que podrá ser de apoyo para que se generen estos mismos cambios en otras regiones del mundo.

Andrés M. Rubiano, MD, PhD (c)
Neurocirujano de Trauma 
Profesor Asociado, Universidad Surcolombiana (Neiva – Colombia) 
Director de Investigación en Neurotrauma, Universidad El Bosque y Fundación MEDITECH 
(Bogotá/Neiva, Colombia) 
Vocal, Asociación Colombiana de Trauma 
Presidente, Sección de Neurotrauma, Asociación Colombiana de Neurocirugía 
Miembro Consultor, Comité de Trauma y Sistemas de Emergencia (OMS) 
Presidente, Comité Prehospitalario, Sociedad Panamericana de Trauma

Guías De Desarrollo De Sistemas De Trauma Y Cuidados Esenciales De Trauma Para América Latina
  • Precio Lista COP $ 89.000
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Prólogo

El trauma, entendido como una enfermedad que es producto de la accidentalidad y la violencia, genera una de las mayores cargas de enfermedad a la población económicamente más activa (entre los 12 y 60 años de edad), principalmente en regiones como Centroamérica y Suramérica, Europa Oriental y el sur de Asia.

Es claro que el trauma se ha definido como una enfermedad negada por la sociedad (sin reconocimiento social), ya que en general, a nivel mundial, aunque específicamente en estas mismas regiones del mundo (especialmente en Centroamérica y Suramérica), son pocas las políticas públicas encaminadas a enfrentar el problema de una manera integral.

Muchos de los planes nacionales de salud de los gobiernos latinoamericanos no incluyen la atención del trauma como una de sus prioridades, a pesar de que la carga de esta enfermedad y las cifras hablan por sí mismas.

Esta incongruencia, analizada dentro del contexto de la salud pública, ha motivado a diferentes actores y especialmente a los grupos de cuidadores especializados en el manejo de este tipo de pacientes a desarrollar y presentar propuestas que puedan ser incorporadas a los diferentes planes de acción de los gobiernos, con el ánimo de generar ese reconocimiento social del problema y apoyar a los ministerios de salud en la construcción de políticas públicas encaminadas a enfrentar el problema de una manera integral. No solo desde el punto de vista biológico de la enfermedad, sino también en su componente social. El trauma es una enfermedad de la convivencia de los ciudadanos en las sociedades.

Por esta misma razón, nunca dejará de existir. Al estar siempre ahí presente, debemos generar una conciencia pública de la importancia de desarrollar infraestructura de atención y educación especializada para pacientes y cuidadores con el ánimo de minimizar los impactos de este problema.

A medida que avanzan los conceptos de calidad en la atención en salud y los principios de mantener la seguridad del paciente como la más alta prioridad en esta atención, las sociedades científicas adquieren un compromiso fundamental: el de brindar alternativas de desarrollo en donde sus miembros aporten al mejoramiento de estos procesos, como un acto de responsabilidad social y moral para con los demás, entendiendo que nosotros mismos como personal de salud somos igualmente potenciales pacientes al ser parte de dicha convivencia ciudadana que es uno de los principales factores de riesgo para que la violencia y la accidentalidad estén presentes. Este documento, generado por la Sociedad Panamericana de Trauma (SPT), denominado Guías de desarrollo de sistemas de trauma y cuidados esenciales de trauma para América Latina hace parte de esas importantes iniciativas de actores críticos de la atención integral al trauma, que incluyen expertos de múltiples áreas asociadas con el cuidado y con la prevención de esta enfermedad, liderados por el Comité de Sistemas de Trauma establecido recientemente por la SPT.

Esta confluencia de expertos preocupados por generar dicho reconocimiento público del problema, especialmente en la región Latinoamericana y dando un ejemplo claro de la actual cultura globalizada (en donde participan científicos de la salud de países de diferentes niveles de ingresos y recursos), ha basado su esfuerzo en lineamientos discutidos previamente por la Organización Mundial de la Salud y que invitan a mejorar y a ampliar la capacidad de cuidado para estos pacientes.

Este documento sienta las bases para situaciones de análisis e investigación de la aplicación de estos procesos de mejoramiento, lo que permite consolidar registros de información y bases de datos que ulteriormente permitan a su vez identificar las posibles fallas y corregirlas, con un solo objetivo: mejorar la atención integral de las víctimas de trauma en Latinoamérica.

Enmarcando el trauma en este escenario biológico y social, todos nosotros, como miembros activos de nuestra sociedad (ciudadanos) y adicionalmente como personal de salud (interesado en el desarrollo de centros especializados de atención que brinden el mejor resultado a los pacientes), necesitamos entender que debemos trabajar de la mano con pacientes, educadores, políticos, economistas, abogados, entre otros, y todos los otros ciudadanos actores de las sociedades de nuestros países.

Todo este esfuerzo debe estar orientado a buscar un objetivo común: desarrollar sistemas integrales de atención en trauma, en donde se puedan prevenir las lesiones y la accidentalidad, y además en donde las víctimas que se produzcan por la inevitable razón de la convivencia de las diferencias y las situaciones conflictivas cotidianas puedan tener una adecuada atención prehospitalaria, una atención intrahospitalaria médica y quirúrgica de muy alta calidad y un proceso de rehabilitación física y cognitiva integral que reincorpore a las víctimas de esta violencia y esta accidentalidad de nuevo a una sociedad, pero que a su vez, ese paciente recuperado logre ser un multiplicador de información sobre la importancia de generar una cultura ciudadana que minimice los riesgos de situaciones que produzcan más víctimas de trauma. Felicitaciones a los autores y a la SPT por este importante documento, que es una pieza fundamental para iniciar el cambio en nuestra región latinoamericana y que podrá ser de apoyo para que se generen estos mismos cambios en otras regiones del mundo.

Andrés M. Rubiano, MD, PhD (c)
Neurocirujano de Trauma 
Profesor Asociado, Universidad Surcolombiana (Neiva – Colombia) 
Director de Investigación en Neurotrauma, Universidad El Bosque y Fundación MEDITECH 
(Bogotá/Neiva, Colombia) 
Vocal, Asociación Colombiana de Trauma 
Presidente, Sección de Neurotrauma, Asociación Colombiana de Neurocirugía 
Miembro Consultor, Comité de Trauma y Sistemas de Emergencia (OMS) 
Presidente, Comité Prehospitalario, Sociedad Panamericana de Trauma

Contenido:

• Preface PTS Executive-Direction. Rao Ivatury, MD, FACS
• Preface. Charles Mock, MD, PhD, FACS
• Prólogo. Andrés M. Rubiano, MD, PhD (c)
• Antecedentes
• Beneficios de un sistema de trauma
• Objetivo, misión, visión y valores del Comité de Sistemas de Trauma de la Sociedad Panamericana de Trauma
• Estatus actual de los países de América Latina miembros de la SPT en función del nivel económico per cápita, la legislación en prevención de lesiones y la mortalidad por lesiones de tránsito
• Descripción del modelo holístico del Comité de Sistemas de Trauma y marco conceptual de referencia
• Servicios esenciales en la asistencia traumatológica. Derechos del lesionado
• Elementos para entender las Guías Esenciales de Trauma
• Guías Esenciales de Trauma para América Latina
• Criterios de triaje y esquema de decisión para la activación del equipo y del sistema de trauma
• Registro de Trauma de la Sociedad Panamericana de Trauma
• La seguridad del paciente en la atención del trauma
• Anexos. Matrices de recursos
• Control de la permeabilidad de la vía aérea
• Respiración – Manejo de la dificultad respiratoria (distrés respiratorio)
• Circulación y manejo del estado de choque
• Manejo de las lesiones de la cabeza
• Atención de los traumatismos del cuello
• Atención de los traumatismos del tórax
• Atención de los traumatismos abdominales
• Atención de los traumatismos de las extremidades
• Atención de los traumatismos de la columna vertebral
• Atención de las quemaduras y las heridas
• Rehabilitación
• Alivio del dolor y medicamentos
• Diagnóstico y monitorización
• Seguridad para el personal sanitario.

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